La estupidez de luchar
Ayer vi a un grupo de sur sudaneses relajados y riendo, y parecían bastante relajados, en un parque de hierba tras la carretera. Parecían seguros y confiados. Eran cuatro, y había cuatro coches aparcados junto a ellos –no eran un último modelo pero sí los típicos coches de jóvenes propietarios de su primer vehículo-. Los problemas de Sudán del Sur eran lejanos para ellos, supongo. No cabe duda que tendrán familiares y gente cercana en Sudán del Sur por la que se preocupan pero yo ahora
estoy en casa, en Australia, donde tenemos el privilegio de compartir una gran prosperidad, oportunidades y paz. Es fácil poner el conflicto en Sudán del Sur fuera de la cabeza.
Los medios de comunicación alertan al mundo de la estupidez de lucha y violencia en Ucrania, Siria, Tailandia, Egipto – y algunas vez Sudán del Sur – de la no tan democrática República del Congo, Nigeria y más. Lo que es especialmente preocupante son los intentos de justificar la violencia en nombre del compromiso religioso. ¿Alguien realmente cree que un suicida con una bomba atacando gente inocente es algún tipo de mártir? El desvergonzado secuestro de 200 niñas en Nigeria es un alarmante ejemplo del absurdo abuso de gente inocente en el nombre de algún tipo de causa. Me niego a llamarlo religión. ¡Qué bendición es la paz! ¡Qué inútil es la guerra!
El hermano Denis me envió ayer, desde Sudán del Sur, el último boletín de la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (en sus siglas en inglés: OCHA). Aquí están algunos de los tristes hechos que acontecen en Sudán del Sur tal y como los señala la OCHA:
- Más de 1,3 millones de sur sudaneses han sido desplazados, de los cuales 350.000 han volado a Etiopía, Kenya, Sudán y Uganda.
- Hay más de 87.000 personas acampadas en bases de Naciones Unidas.
- De acuerdo a datos recientes, 4 millones de personas se enfrentan a una aguda inseguridad alimentaria.
- El Ministerio de Salud ha declarado un brote de cólera en Juba con 43 posibles casos y 2 muertes reportadas.
- La inseguridad continúa obstaculizando la educación en los estados de Jonglei, Unity y Upper Nile.
- Agrupaciones están incidiendo con líderes claves por el desalojo de las escuelas ocupadas por fuerzas armadas o desplazados para permitir el reinicio de la educación. La mayoría de las escuelas en las ciudades de Bentiu y Bor permanecen cerradas.
- El impago de los salarios de los profesores ha afectado al reinicio de la educación en algunos lugares. Es un problema creciente.
- Muchos estudiantes de escuela primaria no se han sentado para sus exámenes finales.
- Desde Enero, 370.887 niños de entre 6 y 59 meses fueron examinados por mostrar signos de malnutrición. 22.549 (6,3 %) fueron diagnosticados de desnutrición severa (SAM) y 46.948 (13,1&) con desnutrición moderada (MAM)
- Durante el mismo periodo, 78.573 embarazadas y mujeres en fase de lactancia (PLW) fueron examinadas por mostrar signos de malnutrición y 20.571 (28,1%) fueron diagnosticadas de desnutrición.
Otros desafortunados desarrollos reportados en el conflicto de Sudán del Sur son el reclutamiento y el empleo de niños soldados, y la forzada adhesión de hombres que han sido solicitados, en algunos casos, a luchar contra la gente que anteriormente eran sus amigables vecinos. Es duro perdonar al hombre que solía compartir té contigo cuando llega de nuevo para volar tu casa –incluso si ha tenido que enfrentarse a la elección de “únete a nosotros o muere”. Una guerra contra otro país es un conflicto terrible pero normalmente llega a un resultado definido; una guerra dentro del propio país es incluso más terrorífica con sus divisiones internas lacerando y prologándose por años. La última estupidez de luchar es que el daño infligido no puede ser deshecho. Muchos años de curación y reconciliación serán necesarios. Rezamos porque este proceso comience en Sudán del Sur.
Bill Firman, Hermano de La Salle
Coordinador en terreno de la plataforma Solidaridad con Sudán del Sur
Coordinador en terreno de la plataforma Solidaridad con Sudán del Sur
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