El papa Francisco desde su asunción ha sorprendido al mundo entero con su manera de ser, con su forma de eludir muchas veces los protocolos, con su llegada directa a la gente o con sus recorridas en el “Papamóvil” descubierto. Pero esa sorpresa no es tal para muchos argentinos, que lo conocen, que lo han tratado o que saben del trabajo que ha realizado en nuestro país.
El papa argentino en una de sus homilías dijo: “El sacerdote no puede ser un gestor, tiene que salir a las periferias, donde hay sufrimiento, sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones”, al tiempo que los animó y los invitó a ser “pastores con olor a oveja”.
La misión de la iglesia
Consultados al respecto sacerdotes necochenses, señalaron que no les sorprende y además indicaron que “pregona y le pide a los demás, lo que él siempre ha hecho”.
En tal sentido el padre Justino Fernández sostuvo que “la evangelización, el llevar la buena nueva de que Dios es padre y los quiere a todos con dignidad de vida, invitándonos en comunidad a vivir mejor, esa evangelización es la misión esencial de la iglesia”.
El sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, siguió diciendo que “entiendo que el Papa se quiso referir a que esa presencia evangelizadora de la iglesia tiene que estar en todas partes y también en lo que llama la periferia, que no sería solamente en lo material, entendiendo los círculos de pobreza y miseria que existen en todas las ciudades, sino a las periferias espirituales, de gente sin horizontes, sin esperanzas, tomando en cuenta que la misión de la iglesia es la misma misión de Jesús, que es la de aliviar a los corazones afligidos, levantar a los caídos, dar vista a los ciegos o para liberar a los oprimidos”.
“Alimentarnos como comunidad”
El padre Justino siguió diciendo que “yo puedo ser un sacerdote, o una comunidad cristiana, encerrada en si misma o puedo ser sacerdote y comunidad cristiana, ocupados en alimentarnos como comunidad en la fe de la eucaristía, en la palabra de dios, para poder ser testigos de ese mensaje en la periferia, entre los más necesitados” y acotó que “de hecho en nuestra ciudad tenemos presente la iglesia con las distintas comunidades en todos los barrios, fundamentalmente a través de la solidaridad fraterna que es Cáritas, no solamente se está presente en la periferia de la pobreza, sino que se está en contacto con cada una de las personas”.
En su homilía el papa Francisco también señaló que “no es en autoexperiencias, ni en introspecciones reiteradas donde vamos a encontrar al Señor. Los cursos de autoayuda en la vida pueden ser útiles, pero vivir pasando de uno a otro, lleva a minimizar el poder de la gracia que se activa y crece en la medida en que salimos con fe a dar el Evangelio a los demás, a dar la poca unción que tengamos a los que no tienen nada de nada”.
El párroco local siguió diciendo que “la diferencia de estar como cristianos en la periferia a estar, a lo mejor como lo puede hacer un político, es que lamentablemente para los políticos quienes están en las periferias se convierten en un conjunto de números y para los cristianos una persona nunca puede ser un número, sino que cada persona es hija de Dios, con la dignidad que eso significa. Un cristiano se acerca a otra persona para servirla, no para dominarla”.
“Mi interpretación de lo que dijo el Papa es que no nos convirtamos en oficina de administración, porque, por ahí, a veces damos esa imagen”, resaltó Justino.
El sacerdote necochense hizo referencia a que “una de las características del papa Francisco siendo arzobispo de Buenos Aires, fue impulsar a sus sacerdotes y sus comunidades a tener una presencia muy cerca en las periferias, a pesar de que algunos dijeron que no se habían enterado. Es decir, lo que él está impulsando es a hacer lo que siempre ha venido haciendo”.
Actitud misionera
El padre José Luis Puñal, quien está al frente de la Parroquia Santa María del Carmen, al respecto señaló que “esto refleja lo que el Papa, siendo arzobispo de Buenos Aires, siempre le decía a su clero, que quería una actitud del sacerdote más misionera. Es lo que él siempre apoyó en la pastoral de las villas y en otras que acompañan a gente con mayores necesidades”.
El sacerdote local siguió diciendo que “también es la actitud de la espiritualidad de lo que llamamos Jesús como buen pastor y cuando hablamos de esto nos acordamos de aquella parábola que nos contó Jesús, que el pastor tiene cien ovejas, se le pierde una y va a buscar esa que tiene perdida, a pesar de que en tanta cantidad puede ser algo pequeño, pero por esa oveja sola deja todo el rebaño y se va a buscar la que se le perdió y cuando la encuentra y la trae, lo hace con gran alegría y hace una fiesta porque apareció su oveja perdida”.
La misericordia
Como tercer punto a rescatar de las palabras de Francisco, José Luis Puñal resaltó “ese trasfondo de la misericordia que, si leemos todos los mensajes del Papa, desde su llegada a Roma, en las distintas predicaciones, está la misericordia, de estar con el que más lo necesita, de buscar al que se fue, al que se desvió o al más alejado, es lo que él pide para todos, sacerdotes y cristianos en general”.
El padre José Luis sostuvo que “en ciudades chicas como la nuestra, es más común que se pueda llegar a todos lados, y de hecho hay comunidades en todos los barrios, en grandes ciudades por ahí parece todo más burocrático, por llamarlo de alguna manera, o más alejado de la gente, entonces lo que el Papa pide es el perfil más cercano a la gente, que es lo que pide el evangelio, pero él lo resalta y lo pone como una nota de que tiene que estar, además de haber sido lo que él siempre ha hecho, con esas actitudes concretas que nos cuenta la gente”.
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