Diario La Nación – Sección Política - Por Mariano De Vedia
En el primer pronunciamiento de un organismo de la Iglesia sobre la reforma judicial impulsada por el Gobierno, la Comisión de Justicia y Paz advirtió que las presiones sobre los jueces "son inadmisibles". Ante el proyecto oficial para democratizar la Justicia, cuyo debate "va camino de formar bandos enfrentados e inconciliables",
la entidad, que depende del Episcopado y está integrada por laicos, aprobó el lunes último una declaración, que fue enviada a funcionarios y representantes del sector judicial (entre ellos, el ministro de Justicia, Julio Alak, y los ministros de la Corte). Intervinieron en su elaboración los veinte miembros de Justicia y Paz y el obispo Jorge Lozano, asesor del organismo y presidente de la Comisión de Pastoral Social. "La Argentina no ha elegido para sí misma cualquier forma de democracia: ha elegido la república. En ella son esenciales el equilibrio de los poderes, la eficacia de los controles sobre los gobernantes y la limitación de su acción", señala el crítico pronunciamiento.
la entidad, que depende del Episcopado y está integrada por laicos, aprobó el lunes último una declaración, que fue enviada a funcionarios y representantes del sector judicial (entre ellos, el ministro de Justicia, Julio Alak, y los ministros de la Corte). Intervinieron en su elaboración los veinte miembros de Justicia y Paz y el obispo Jorge Lozano, asesor del organismo y presidente de la Comisión de Pastoral Social. "La Argentina no ha elegido para sí misma cualquier forma de democracia: ha elegido la república. En ella son esenciales el equilibrio de los poderes, la eficacia de los controles sobre los gobernantes y la limitación de su acción", señala el crítico pronunciamiento.
Link: http://www.lanacion.com.ar/1560766-fuerte-critica-de-la-iglesia-a-la-reforma-judicial
En rechazo a la reforma
Diario Página 12 – Sección El País
La Comisión Nacional Justicia y Paz, dependiente del Episcopado, criticó el proyecto de la presidenta Cristina Fernández para reformar la Justicia y advirtió que “la politización de los jueces es inadmisible y conspira contra la neutralidad que cabe exigir de ellos”. La jerarquía católica consideró que “cualquier reforma que se intente debe tener como norte el derecho de los más necesitados. En la Argentina en general solamente los pobres van a la cárcel, y padecen allí la ausencia de condiciones mínimas de dignidad”. Para la Iglesia, “después de treinta años de democracia, carece de sentido vincular al actual Poder Judicial con la dictadura militar”. En particular, la comisión eclesiástica se pronunció contra la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura –como propuso CFK–, por considerar que convertirá “a un órgano que debe ser técnico y riguroso en escenario de luchas partidarias. Antes que reformar el Consejo, lo que urge es que éste cumpla cabalmente sus funciones”. También le reclamó al Poder Ejecutivo llenar “las decenas de vacantes de jueces que hoy existen pese a que los concursos están terminados hace mucho”.
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