Una beata que atrajo multitudes
Diario La Nación – Sección Sociedad - Por Silvina Premat – 18.11
En un clima de fiesta, la Iglesia proclamó ayer beata a la hermana María Crescencia Pérez, una monja humilde y entregada al silencioso servicio a los demás, que se convirtió en la primera bonaerense en llegar a los altares.
Bajo un intenso sol y tolerando altas temperaturas, unos 40.000 fieles asistieron ayer en esta ciudad a la segunda beatificación que se realiza en el país (la primera fue la de Ceferino Namuncurá, en 2008). Sin carteles ni ovaciones grandilocuentes, la ceremonia, que duró casi dos horas, se desarrolló en un clima de emoción y recogimiento. La misa fue, según monseñor Antonio Aloisio, encargado del protocolo, "como el violáceo [color que caracteriza a Crescencia]: fino y suave". Desde hacía semanas que no quedaban en los hoteles de esta ciudad plazas disponibles ante la gran afluencia de fieles, muchos de ellos llegados desde Chile y Uruguay, además de desde toda la Argentina. Por eso, quienes llegaron a último momento debieron recurrir a casas de familia para alojarse.
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