Diario La Nación – Sección Política - Por Mariano De Vedia
El reclamo de la Iglesia por una plena vigencia de la división de los poderes en la Argentina y la necesidad de afianzar la calidad institucional, en un momento de extremada tensión política, no es una voz aislada de los obispos. Expresa la síntesis de las coincidencias y preocupaciones que, a lo largo de tres días, plantearon representantes de los sectores políticos, judiciales, empresarios y sindicales convocados por la Comisión de Pastoral Social
para determinar las deudas pendientes en estos 30 años de democracia. Además, llama a un "firme compromiso con los más pobres". Mal que le pese al Gobierno, varios oficialistas hicieron sus propios aportes. Los gobernadores Daniel Scioli y Juan Manuel Urtubey, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el metalúrgico Antonio Caló, jefe de la CGT kirchnerista, dieron su visión en la Semana Social, realizada en Mar del Plata, y compartieron reflexiones y gestos con referentes de la oposición, como Ricardo Gil Lavedra, Hugo Moyano, Graciela Ocaña, Víctor De Gennaro y el juez Eduardo Julio Pettigiani, ministro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, entre otros. Entre las señales más intensas que permitió la convocatoria episcopal se destacaron el abrazo entre Moyano y Caló, bregando por la unidad sindical a la luz de todo el mundo, y la cita que Scioli eligió para recordar al papa Francisco, cuando dijo que "la unidad debe superar los conflictos".
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