Diario La Nación – Sección El Mundo - Por Elisabetta Piqué
En el primer viaje de su pontificado a la isla de Lampedusa, puerto de arribo de miles de africanos que buscan un futuro mejor y que mueren en el intento, al sur de Sicilia, el papa Francisco condenó hoy con fuerza la "globalización de la indiferencia".
Además, le pidió a Dios que perdone a "aquellos que en el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren el camino a dramas como éste" y a "aquellos que con sus decisiones a nivel mundial han creado situaciones que conducen a estos dramas". "La cultura del bienestar nos ha hecho insensibles a los gritos de los de los otros. Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto, la globalización de la indiferencia nos sacó la capacidad de llorar", clamó Francisco, que explicó que había realizado este primer viaje entre los últimos para "despertar conciencias" y para que no se repitan tragedias y naufragios como lo que han ido sucediendo durante años en la isla de Lampedusa, puerto de ingreso a Europa para cientos de miles de extracomunitarios.
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