El Obispado de Mendoza
Diario Los Andes (Mendoza Capital, Mendoza) – Opinión - Por Teresa Alicia Giamportone, Doctora en Historia. Facultad de Filosofía y Letras ( Universidad Nacional de Cuyo)
El 2 de marzo de 1561 el capitán Pedro Ruiz del Castillo fundó la ciudad de Mendoza y acto seguido designó al presbítero Hernando de la Cueva como el primer cura y vicario de la reciente ciudad fundada, dando inicio con este acto a la evangelización religiosa promovida desde la Santa Sede y la corona española. A partir de la fundación de Mendoza en 1561 y de San Juan al año siguiente, estas dos provincias de Cuyo pasaron a depender del Obispado de Santiago de Chile
y de la Diócesis de Charcas que había sido creada por el Papa Julio III. Desde comienzos del siglo XVII la acción pastoral y religiosa del clero diocesano se realizó desde la Iglesia Matriz en la ciudad de Mendoza y a través de las doctrinas rurales que fueron creadas por el Obispo Fray Juan Pérez de Espinoza. Estas doctrinas o parroquias rurales se instalaron en los valles o poblados huarpes que estaban más alejados de la ciudad. Cuando el rey de España Carlos III creó en 1776 el Virreinato del Río de la Plata, las tres provincias de Cuyo: Mendoza, San Juan y San Luis se separaron institucionalmente de la Capitanía General de Chile y se incorporaron al nuevo Virreinato. A pesar de estos cambios de carácter político se mantuvo la dependencia religiosa de Chile, a través de un visitador eclesiástico, que tenía residencia en Mendoza.
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