Diario La Nación – Sección Economía - Por Silvia Stang
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, instó ayer a los empresarios a asumir la solidaridad "como un valor moral y no sólo como una estrategia de gestión", a la vez que señaló que la "Argentina de hoy" tiene una realidad "difícil, que duele". Arancedo, que es arzobispo
de la Arquidiócesis de Santa Fe, disertó durante un almuerzo de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE). La entidad lo convocó para hablar sobre "El rol del empresario en la Argentina de hoy". El obispo destacó ese título y dijo que "al final" (por la alusión al momento actual) está "lo que no es fácil, lo que duele". De todas maneras, en su discurso evitó referirse a alguna situación en concreto de la coyuntura, salvo la referencia a la persistencia de los índices de pobreza estructural y a la propuesta de reforma del Código Civil -de la que ya se había expresado-, sobre la que consideró que "el sentir del pueblo argentino no está reflejado, porque hay cosas en las que me parece que no hay madurez ni sentido federal". Con ánimo de contribuir al debate público, Arancedo anticipó que el Episcopado está preparando un documento sobre su posición frente a esa reforma proyectada. En referencia a las responsabilidades del empresario en la sociedad, señaló que "el pobre se va a elevar cuando el empresario crezca", e instó a los hombres de negocios a tomar la búsqueda del bien común "no como una carga, sino como un valor". También señaló que el empresario debe tener la capacidad de generar proyectos "que superen lo coyuntural", mientras que en otro tramo mencionó la "incertidumbre" que aparece para el campo de la inversión.
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