Jorge Eduardo Lozano (*) - La palabra “agua” suele tener pocas letras en diversos idiomas. En portugués: água; en inglés: water; francés: eau; alemán: wasser; turco: su; italiano: acqua; mapuche: co; guaraní: “y”; quichua: yaku. Fue una de las primeras palabras acuñadas por las diversas culturas. Era vital poder comunicar su ubicación para encontrar frutos, vegetales y animales. Desde el principio el agua y los alimentos estuvieron unidos en un abrazo fraterno. Por eso se dice “el agua se come”, porque fecunda la semilla del trigo y une la harina para el pan. Tierra, agua, aire, luz, Dios, fueron palabras primigenias. En la Biblia, en el libro del Génesis, encontramos estas palabras en sus primeros renglones. Entre las últimas pronunciadas por Jesús en la cruz antes de morir leemos: “tengo sed”. Así expresaba la cercanía de la muerte. La importancia del agua para la humanidad sigue intacta, igual que en aquel tiempo. Aunque manejamos diferentes diagnósticos y pronósticos.