Diario Tiempo Argentino – Sección Sociedad – 17.11
Si hasta el viernes pasado la Iglesia Católica apelaba a la corresponsabilidad de los diversos organismos del Estado, ayer el presidente de la Comisión de Pastoral Social, Jorge Lozano, denunció que el narcotráfico no habría aumentado "sin el visto bueno, sea por coima o por extorsión, de algunos funcionarios de algunos poderes ejecutivos locales". A la par de ello, el arzobispo porteño, Mario Poli, convocó "a todos los argentinos" a participar el próximo 7 de diciembre de un día de ayuno y oración contra el tráfico de estupefacientes, "que nos roba la libertad y la esperanza" y "todo lo destruye". Lozano advirtió ayer que si no se avanza en políticas contra las drogas, estamos "muy cerca de una Argentina peor". Además, el obispo de Gualeguaychú consideró que la propuesta de derribo de aviones ilegales, que lanzó sin mayores fundamentos una parte de la oposición, "en principio, no resulta una solución". En línea con la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el prelado insistió en que hay que reforzar los controles en las fronteras. Además, el prelado sostuvo que la situación argentina no debe compararse con la de otros países latinoamericanos porque "corremos el riesgo de decir 'estamos en la mitad del delito que hay en México, entonces estamos bien, vamos a hacer la plancha hasta llegar a situaciones más preocupantes'".
Y reafirmó que "hay cada vez más consultas en las parroquias" de adictos a distintas drogas, así como que "cada vez es más la incidencia de algunos grupos armados en los barrios periféricos".
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