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Una iniciativa inédita, para celebrar el “Año de la Fe”: el próximo 2 de junio, a las 17 de Roma, el Papa estará en la Basílica San Pedro, pero no hablará; rezará en silencio durante una hora frente al Santísimo Sacramento por dos intenciones que él mismo eligió, sobre el lema “un solo Señor, una sola fe”. Siguiendo entonces la invitación del Papa, los fieles orarán por la Iglesia en todo el mundo,
por que el Señor la haga cada vez más obediente a su Palabra, y por todos aquellos que sufren las nuevas esclavitudes y son víctimas de la guerra, la trata de personas, el narcotráfico y del trabajo esclavo, por los niños y mujeres que padecen violencia, así como por los que viven en la precariedad económica, por los ancianos, los inmigrantes, los sin techo, los encarcelados y los marginados. Satélite e Internet mediante, Francisco no estará solo en su oración: será el núcleo de una red de plegarias sincronizadas de fieles de todo el mundo. El diario religioso francés La Croix lo anuncia así: “Por todas partes, en el corazón de la selva amazónica, de las megapolis africanas, de las catedrales europeas, fieles, religiosos, sacerdotes y obispos se unirán en la oración y en el silencio compartidos gracias a las nuevas tecnologías. Una misma Iglesia rezará simultáneamente, frente al Santo Sacramento, por los olvidados, por los más débiles, y para mantenerse fieles a la palabra recibida”.
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