Peligros de el arte de vivir


Diario Tiempo Argentino – Editorial – Por Alfredo Silletta

¿Pero qué es El Arte de Vivir? Según su página oficial, una organización no gubernamental "humanitaria, educativa dedicada al manejo del estrés", que fue fundada por Sri Ravi Shankar en 1981, estando hoy en más de 150 países. La realidad no es tan así. Su formación estuvo bajo la sombra de otro maestro: el gurú Maharishi, conocido por traer a Occidente las técnicas de la meditación trascendental (MT). Maharishi tuvo su momento de gloria en los años sesenta, cuando The Beatles se fotografiaron con él,
aunque al poco tiempo se desilusionaron cuando el gurú les insinuó que le entregaran el 25 por ciento de sus ganancias. A principios de la década del '80, Ravi Shankar abandonó a su maestro y armó su propio grupo, El Arte de Vivir, continuando con las técnicas de meditación y respiración pero aggiornadas a un lenguaje más occidental, más new age. No habló más de religión sino de espiritualidad, no habló más de culto sino de ONG, no habló más de seguidores sino de voluntarios. Shankar ofrece el "camino" en un curso de seis días a un precio que va de 500 a 900 pesos. Baratísimo si uno cree que en una semana su vida cambiará para siempre: basta de estrés, de caos, de enfermedades, de falta de amor. Pero no, no es tan simple. Después de la primera semana se busca que los participantes continúen en nuevos cursos –estos sí muchos más caros– hasta llegar a la fase II o Retiro del Silencio, donde quienes lo realicen deben permanecer durante días en total silencio, con técnicas de manipulación, cambios de comidas, de horario de sueño, con meditaciones reiteradas y repetitivas que terminan quebrando emocionalmente al participante hasta convertirse en un miembro activo del grupo.

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