Diario El Litoral (Corrientes) – Sección Interior
El 5 de agosto pasado, una importante cantidad de vecinos de Itá Ibaté salió a las calles para marchar y manifestarse en contra de la comercialización y consumo de drogas, y en la ocasión también se pidió justicia por la muerte del jugador de fútbol Guillermo Torres de 18 años. A partir aquella movilización la comunidad inició una serie de acciones para abordar estas y otras problemáticas sociales que afectan principalmente a los jóvenes. Uno de los referentes es el párroco Jorge Ojeda, quien encabezó aquella caminata por las calles de la localidad y luego intervino en la constitución de otros espacios para que diferentes actores sociales se involucren y se generen mecanismos de acompañamiento y prevención. En tal sentido, comentó a El Litoral que “la marcha del 5 de agosto dio sus frutos ya que la gente quedó sensibilizada y movilizada para enfrentar cuestiones como las drogas y otras. Hay un despertar de los padres”. Seguidamente subrayó que “nos estamos ocupando de dos aspectos que son fundamentales, por un lado el acompañamiento a los chicos que ya cayeron en las drogas y por otro, la prevención, para evitar que otros lleguen a esa situación. Para ello es clave el trabajo con las bases, que son las familias”.
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