Se agrava la emigración cristiana en la región


Diario La Nación – Sección Exterior – Agencia DPA
      
Mientras Daoud Haddad balanceaba ayer la cruz de madera sobre su hombro, no podía evitar preguntarse si la procesión de este año de Viernes Santo por Jerusalén, en la que creció, sería la última. "El próximo año, otro tendrá que cargar la cruz", afirma. Haddad es uno de un creciente número de cristianos árabes que están emigrando del país donde el cristianismo tiene sus raíces. Y la huida aumentó desde la "primavera árabe", ante la incertidumbre sobre la seguridad, el respeto de los derechos básicos y las oportunidades económicas en una región convulsionada. Los cristianos de todo el mundo se reúnen en Jerusalén para celebrar la Semana Santa, pero precisamente uno de los grupos menores son los residentes, que pasaron de 35.000 en 1948 a 10.000. Sólo el 2% son locales, según el Instituto Real de Estudios Interreligiosos, con base en Ammán. Los residentes de Jerusalén, como Haddad, dicen que la migración se convirtió en la opción más atractiva para los cristianos desde la intifada de 2001, debido al aumento de la seguridad en Israel y el estancamiento de las conversaciones de paz. Pero la diáspora no se limita a los cristianos de Israel y los territorios palestinos. El ejemplo más claro de la huida de cristianos árabes es Irak, donde la violencia y una serie de bombas en iglesias, secuestros y amenazas de muerte llevaron a alrededor del 55% de los cristianos a abandonar sus casas desde la invasión de 2003, encabezada por Estados Unidos.

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